¿Quién dijo que el romanticismo se acaba con la edad? Es cierto, se puede acabar pero la edad adulta no sería culpable de eso. Lo que hace florecer al romance son las acciones.
Lejos de pensar que los adultos mayores no experimentan deseos de intimidad y romanticismo está Sixto Porras, un consejero familiar. “El envejecimiento es inevitable”, dice él, pero debemos aprender a valorar y a disfrutar esa etapa de la vida con sus ventajas y retos. En otras palabras, comparte secretos para que el romance perdure en los años dorados. Hoy, en honor al mes del amor, hicimos un resumen muy interesante para que la edad no sea la excusa para que dejes de celebrar “el día de los enamorados”.
- Retomen áreas descuidas: Si la pareja adulta lleva un estilo de vida saludable, una sana alimentación y la disciplina de caminata diaria, puede que sigan disfrutando de una sexualidad plena.
- Interactúen: El afecto no termina a ninguna edad. La idea de que en la adultez se pierde el deseo de vivir una sexualidad plena es un mito. El cariño de la pareja es el principal factor de una sexualidad satisfactoria. Se debe aprovechar toda oportunidad para llenar las necesidades románticas de la pareja.
- Accionen con detalles: Las flores, la serenata, los obsequios y otros detalles son de mucho valor romántico en esta edad. El coito no es la única manifestación de la sexualidad.
- Busquen ayuda profesional: Sepan que la impotencia en el hombre o en la mujer puede ser tratada. Si es tu caso, no aceptes la situación como definitiva, asegurate de consultar con un especialista.
- Sigan descubriéndose: La rutina de los años impiden apreciar la evolución y cambios de la pareja, pero esos cambios fisiológicos, de personalidad y también del entorno, producen que el romance se viva de una forma diferente.
- Anímense: El bienestar individual de ambos se ve reflejado en una relación. Vayan al médico juntos, recuérdense sus horas de medicamentos, acompáñense en todo momento.
Sigan estos pasos y demuestren que el amor también tiene rostro de ancianos, que una historia romántica también tiene arrugas y que las canas te enseñan a cómo permanecer enamorados.