Perdonar para sanar

Sixto Porras, es un conferencista de Costa Rica que siempre visita Paraguay. Escribió varios libros que pueden ayudarte en tus relaciones y uno de esos libros se llama: “El lenguaje del perdón”. Él escribe que “no perdonamos porque la otra persona cambió, perdonamos porque necesitamos eliminar el dolor que llevamos por dentro”. Es por eso que necesitamos ver al “perdón” como un ejercicio que nos libera. Sixto enseña que al perdonar, aun cuando los recuerdos sigan en nuestra mente, podremos empezar a mirar hacia delante con esperanza, porque el dolor que sentíamos comienza a desaparecer. Nos enfocamos en seguir adelante a pesar de…

“La falta de perdón casi siempre trae consigo aislamiento, amargura, dolor y distanciamiento”. Atendé esta historia que él comparte:

Al terminar una conferencia, un ejecutivo con lágrimas en sus ojos dijo: «Hace cinco años mi papá y yo discutimos fuertemente y nos distanciamos. Durante todo este tiempo no hablamos ni le visito. Hace tres años nació mi hija y muchas veces me pregunto si a él le gustaría conocerla. Mi hija no conoce a su abuelo, ni escuchó su voz. Esto es duro y no lo soporto más».

¿Hay historias parecidas en tu vida?

En esta ocasión Ser Positivo, con este artículo, te invita a liberar perdón para sanarte vos. No esperes a sentir perdonar, porque el perdón es una decisión.

«Perdonar es renunciar al derecho de herirte porque me has herido» Dr. Archibald Hart  

«El perdón no es un beneficio que le confiero a otra persona, es una libertad que me doy a mí mismo» Tony Campbell

El proceso de perdón

  • Expresemos arrepentimiento: Esto significa experimentar un cambio de actitud y conducta. Es cambiar nuestro estilo de vida porque tenemos conciencia de que no estuvo bien lo que hicimos o dijimos. El arrepentimiento se demuestra con obras que evidencian ese cambio. No es una emoción, pues pocos sienten arrepentirse por lo que hicieron, es una acción que evidencia madurez.

  • Aceptemos la responsabilidad: Debemos evaluar honestamente lo ocurrido y asumir la responsabilidad. Eliminemos las excusas y asumamos una actitud honesta con nosotros mismos y con el otro.

  • Otorguemos perdón: Perdonar es liberar a una persona de una deuda, una obligación o un castigo. Es quitar la responsabilidad sobre los hombros de las demás personas y renunciar al deseo de venganza.

  • La relación: Sabemos que no siempre se puede restaurar una relación porque no siempre conviene hacerlo. Por ejemplo, una persona herida puede perdonar al ofensor, pero no necesariamente reconciliarse o volver a tener la relación que un día tuvieron. Pero, la mayoría de las veces, el deseo de reconciliarse es más fuerte que el dolor causado por la acción, y por eso es que pedimos perdón.

                              “No olvides que  el perdón facilita que se genere el espacio para la reconciliación”

 

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