EL ÁMBAR COMO ELEMENTO SANADOR EN BEBÉS
Collares de ámbar en bebés: los pros y los contras
Los collares de ámbar para bebés son una práctica común entre los padres que desean aliviar el dolor de los pequeños cuando les están saliendo los dientes, por sus propiedades curativas. Sin embargo, la ciencia indica que hay que tener algunos cuidados a la hora de usarlos. Enterate por qué y cómo sacarles el máximo provecho

Una práctica común que se utiliza actualmente tiene sus raíces ancestrales: el uso de collares con piedras de ámbar en bebés cuyos primeros dientes están saliendo a la superficie en su boca. Tras ser testigos del sufrimiento de los pequeños, sus padres optan por este método para calmar su dolor, ya que se considera que el ámbar tiene propiedades curativas.

Quienes comercializan estos productos aseguran que, cuando son calentados por la temperatura corporal del bebé, el ámbar libera una sustancia que alivia el dolor y que se absorbe a través de la piel al flujo sanguíneo. Además, se afirma que estimulan a la glándula tiroides (que controla el babeo) y mejora la habilidad del sistema inmunitario para reducir la inflamación en los oídos, la garganta, el estómago y el sistema respiratorio.

shutterstock_181290491-1

El ácido succínico presente en las piedras de ámbar tiene además otras influencias positivas en el cuerpo humano, según una nota del sitio Revolución Mamá: activa la circulación,  calma fiebre e infecciones, alivia crisis de asma y las vías respiratorias congestionadas, actúa en contra el estrés y la depresión y mejora la vista en general.

Por otro lado, lo ideal es usar el collar desde los 4 meses del bebé hasta que se estime conveniente, pues le ayudará a evitar los molestos síntomas de la salida de los dientes de una forma natural, desinflamando, evitando la salivación y calmando los dolores anexos, como indica el artículo mencionado.

Sin embargo, desde una postura médica y científica, estos collares podrían no ser tan buena idea, ya que, al tiempo en que pueden generar una sensación de alivio y curación en los pequeños, también podría significar un peligro para ellos. ¿Por qué?

Los bebés podrían sufrir una estrangulación o asfixia al usarlos, según lo indicado por la pediatra Natasha Burgert en un artículo del sitio institucional de la organización Healthy Children. Cuando los collares se usan alrededor del cuello de un niño, sobre todo cuando duerme, o si rompe el collar y se traga alguna de esas cuentas.

shutterstock_382399423-1

Por otro lado, la American Academy of Pediatrics (AAP) no recomienda que los bebés usen ningún tipo de joyas/alhajas, sea por el motivo que sea (en este caso, el de aliviar el dolor cuando crecen los dientes). Esta recomendación viene de la mano de la estadística que establece que la asfixia es la causa principal de muerte en los niños menores de un año y entre las cinco causas principales de muerte en los niños entre las edades de 1 y 4.

De todas maneras, si los padres quieren asumir el riesgo de usar estos collares y consultaron con su pediatra sobre la posibilidad de usarlos en sus hijos, estas son algunas de las precauciones que podrían tomar, según el artículo de Haealthy Children:

  • Vigilar cuando el bebé está usando el collar (y quitárselo cuando se queda solo
  • Ponérselo en la muñeca o el tobillo y no alrededor del cuello
  • Seguir el proceso de cerca con su especialista (el pediatra)
  • Probar con una alternativa si se ve que el collar no funciona, como uno común de dentición, diseñado especialmente para bebés

Política de cancelación de servicio

Para cancelar envía BAJA o hacé click acá