Encontrá tu rutina

Para que evites forzar y resentir tu cuerpo con un deporte o practica inadecuada, hoy te compartimos algunos tips que te ayudarán a encontrar tu propia rutina:

Tené en cuenta tu tiempo de recuperación: Durante y después del ejercicio, no todos nos recuperamos de la misma forma y ni en el mismo lapso de tiempo. Por eso, es importante que a la hora de elegir tu tipo de entrenamiento corporal, lo hagas teniendo en cuenta cómo se regenera la energía de recuperación en tu caso. Hay prácticas que potencian los ejercicios en forma casi continua con un menor tiempo de recuperación (Por ejemplo, Crossfit) y otras que nos permiten detenernos un poco más entre rutina y rutina (Por ejemplo, Yoga, Tai Chi). Elijamos la que se amolda mejor a nuestras propias necesidades y metas, para evitar forzar nuestra zona cardiaca y respiratoria y disfrutar más durante el ejercicio.

Impacto dinámico o Fluido y armonioso: Otra clave a tener en cuenta es que más allá de las tendencias o deportes y prácticas de moda, nos dediquemos el tiempo diario a realizar actividades que realmente disfrutemos y su frecuencia y su ritmo nos proporcionen, además de tonificación y masa muscular, un estado de bienestar y alegría. Esto tiene que ver con que no todos disfrutamos lo mismo, no todos somos capaces de entrenar de la misma forma y no por falta de energía sino porque simplemente disfrutamos propuestas diferentes. Encontrá el entrenamiento que más se adapte a tu tiempo y a tu vitalidad. Que la práctica nos acerque hacia aquello que necesitamos sentir y experimentar para estar mejor.

El horario adecuado suma: Dependiendo de tu personalidad y de tu nivel de energía a lo largo de la jornada, hay un momento que es el más indicado para tu cuerpo y para su entrenamiento. Si bien está estudiado que la mañana es una gran aliada para ejercitarnos, si soy de esas personas que necesitan dormir más que la media, es probable que me sienta súper incómodo y termine por abandonar la práctica.

Tratemos de escucharnos, de volver al cuerpo y de diseñar una rutina que se amolde a nuestra energía y a nuestras necesidades. Consultemos a los expertos pero siempre incluyendo nuestra tendencia y gusto personal. De esta forma, el entrenamiento será mucho más eficiente y disfrutable.

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