El I Ching forma parte de la cultura china y su origen se remonta a unos 4000 años atrás. Se trata de un libro que, más que un simple texto, conforma un fenómeno colectivo y se lo ha calificado como un oráculo y una guía de conocimiento muy profunda que tiene una cualidad: se exhibe a cada persona según el nivel de pensamiento con el que se quiera acceder a él, según menciona un artículo del diario Clarín.

¿Qué es el I Ching?

El I Ching significa “libro de las mutaciones” y es para los fundadores de este texto (los chinos) una fuente de consulta ante cualquier decisión de importancia, ya que se considera que puede describir la situación actual de quien lo consulta y “predice” la forma en la que se resolverá un problema en el futuro, siempre y cuando se adopte la postura correcta de respeto y atención, tal como indica una nota del sitio especializado El Tai Chi Yin Xi.

Además, la filosofía del I Ching está delimitada por el principio del cambio y la relación entre opuestos (el ying y el yang). Para poder comprenderlo es fundamental tener bien en claro el concepto de sincronicidad, ya que existe una dependencia entre ambos acontecimientos, los objetivos y los subjetivos, de quien usa el oráculo.

“La noción que tenemos los occidentales del destino es muy diferente de la de los chinos. Para nosotros, destino es lo que nos pasa o nos va a pasar, en cambio para los chinos el destino es la misión que nos ha encomendado el cielo para desarrollar en la vida. Ellos le llaman Ming, que significa mandato, o sea, el destino es el mandato. El hombre que no cumple con su mandato no cumple con su destino, no está en el Tao (sentido)”, explica Gustavo Andrés Rocco, un experto reconocido mundialmente y autor de numerosas obras sobre el I Ching, en Clarín.

¿Cómo está compuesto?

El I Ching utiliza un sistema de numeración binario, geométrico y aritmético al mismo tiempo, en el que una línea continua (yang) representa todos los números impares, mientras que otra quebrada (ying), los pares. Una línea continua se obtiene a partir de una suma impar (7 o 9) y una quebrada cuando la suma es par (6 u 8), como explica  El Tai Chi Yin Xi.

Al intentar interpretar el oráculo, solo tienen significado las sumas que tienen el valor 6 o 9, cuyas figuras están asociadas a textos concretos en forma de poemas cortos. Los trazos de los hexagramas se construyen de abajo hacia arriba y tres líneas trazadas constituyen un trigrama, dos trigramas (uno sobre otro) constituyen un hexagrama y, combinando los ochos trigramas básicos, se forman los 64 hexagramas.