Bolsillo y mente alineados al bienestar

“Es interesante ver cómo las emociones impulsan decisiones financieras que luego pueden afectar a un estado del ánimo. Es decir, ese cosquilleo emocional producido por las ganas de aprovechar una oferta, se convierte en felicidad hasta que viene el extracto de la tarjeta de crédito y se apaga la sonrisa” Jorge Garicoche, Economista, Paraguay.

¿Te pasó alguna vez? Es muy probable que sí. Sabemos que el dinero no hace la felicidad pero una economía estable puede traducirse en una paz financiera. Por eso, en esta ocasión, desde Ser Positivo, te compartimos la reflexión de Jorge Garicoche y unos consejos para encontrar un equilibrio entre las deudas y la paz mental.

El requerimiento del pago de una deuda, siempre roba un poco de paz, muchas personas, no disfrutan del día de cobro de salario, ya que ese mismo día el Banco, la financiera y la casa de crédito envían sus mensajes o realizan las llamadas para el reclamo del pago de la cuota de la deuda.

No se trata de no aprovechar una oferta con la tarjeta de crédito o de no tomar una deuda, se trata de equilibrar las emociones con el bolsillo y ver las capacidades reales antes de adquirir la oferta o tomar una deuda y repagarla. Con un simple impulso emocional no basta, esto puede complicar mucho no solo su bolsillo sino su completo bienestar físico, mental y social.

CÓMO MANTENER EL EQUILIBRIO: DEUDAS – PAZ

• Manejarse siempre dentro de un presupuesto donde exista una asignación para el ahorro.
• En lo posible evitar las deudas. Si se tuviese que tomar ¿preguntarse cuál es la capacidad de repago? ¿Si será productivo o solo de consumo?
• Diferenciar entre deseo y necesidad. El gasto asignado a deseo puede dejar de lado a aquello que es necesario, si hoy no podemos cumplir un deseo, no significa que nunca podamos hacerlo.
• Si vas a prestar dinero, hacelo de aquello que podés prescindir, así uno no queda pendiente que el amigo/familiar devuelva la plata para continuar con la normalidad.