Sixto Porras explica que “al casarnos, la convivencia revela las imperfecciones que no habíamos visto en la etapa del noviazgo. Dejamos de conquistarnos y descuidamos los detalles que hacían agradable la convivencia”. Es cuando surge la decepción y emerge el desencanto. Entonces ¿qué podemos hacer para llevarnos bien en el matrimonio y para que el romanticismo siga? Estos tips son dignos de pegarlos en la heladera de la casa o un lugar bien visible.
- Sigamos siendo novios: Tratémonos con la gentileza y la delicadeza con la que lo hicimos antes. Dirijámonos a ella o a él con respeto, como si le estuviéramos conquistando todo el tiempo. Ser novios significa cuidar los detalles, admirar las virtudes y disculpar los errores.
- No idealicemos: Cuando idealizamos, lo hacemos basados en las expectativas que tenemos de nuestro cónyuge. Cuando estas expectativas no son cumplidas podríamos llegar a decepcionarnos con facilidad. Acepte a su cónyuge tal cual es. No ignore sus momentos difíciles, y reconozca que tiene defectos y debilidades.
- Cuidemos la privacidad: Lo que sucede en el matrimonio es solo de la pareja, no se habla con los demás, no se expone al cónyuge ante la familia extendida o los amigos.
- Eliminemos la crítica: Cuando convivimos es fácil ver los defectos en los demás, y tendemos a corregir lo que consideramos que está mal en las personas más cercanas; principalmente en nuestro cónyuge. Decidan que nunca se van a criticar con sarcasmo, menosprecio, o delante de otras personas. Cuando tengamos algo que decirnos lo diremos como sugerencia, pero no como crítica.
- Seamos agradecidos y elogiémonos mutuamente: Siempre tenga una palabra de reconocimiento para su cónyuge, tanto en público como en privado. Decida que todo lo que exprese de su cónyuge será para resaltar sus virtudes y logros. Esto nos permite acercarnos confiadamente, y elimina el temor a sentirnos juzgados y criticados.
- Pasemos tiempo juntos: Cuando somos amigos disfrutamos estar juntos: juguemos, divirtámonos, leamos un buen libro, hablemos de temas interesantes o simplemente contemplemos el atardecer en silencio. El secreto es hacer agradable el estar juntos y disfrutar el recorrido.
- No tengamos secretos: La infidelidad nace cuando comenzamos a tener secretos entre nosotros: claves en los celulares, conversaciones en oculto y fantasías que nos separan. Nada nos distancia más que tener secretos, porque nos motivan a mentir y nos conducen a caminos peligrosos cuyo fin es de dolor y lamento. Alégrese con su cónyuge, sea honesto, transparente, genuino y auténtico, es lo que nos permite tener la conciencia tranquila, disfrutarnos mutuamente y vivir plenamente lo que somos.
El amor crece cuando lo protegemos, lo cultivamos y trabajamos en fortalecerlo.