La gratitud sana el corazón
4 consejos para desarrollar la gratitud

A veces olvidamos que tenemos en nuestro interior mismo una fuerza sanadora. La gratitud es una de ellas pero, la queja nos hace olvidarla. Así, olvidamos agradecer por las cosas simples de la vida: El despertar de cada mañana, un día de sol, un día de lluvia, un plato en la mesa, el cariño de nuestra mascota, de los seres queridos más cercanos y del simple hecho de respirar.

¿Cuántas veces al día sientes gratitud y liberas desde tu corazón la palabra: “Gracias”?

Desde Ser Positivo, hoy te animamos a que sanes tu corazón de las quejas, diciendo más: Gracias.

Sixto Porras explica “que el agradecido rejuvenece, renueva las fuerzas y arranca sonrisas. Una persona agradecida siempre está satisfecha, porque ha aprendido a vivir con alegría en cualquier circunstancia. Sin embargo, esto no significa desconocimiento o insensibilidad a los momentos difíciles, de dolor o sufrimiento que puedan experimentar las personas y familias. Normalmente una persona agradecida ha enfrentado dificultades que le permiten ver la vida desde otra óptica y desprende de su interior la más noble de las emociones humanas. Es por eso que se debe de aprender a vivir con gratitud tanto en la abundancia como en la escasez”

Veamos hoy sus consejos para tener una actitud de gratitud:

  1. Prestá atención a las cosas que te ocurren: Esto te permite observar mejor, apreciar y estar más consciente de lo que está experimentando. Para ser agradecidos tenemos que detenernos para contemplar, apreciar y valorar lo que nos rodea, las personas y los detalles. Para lograrlo debemos estar consciente de lo que nos ocurre y tomar un momento para reflexionar sobre lo que estamos experimentando, es lo que nos permite ser agradecidos y sentirnos afortunados por lo que somos, vivimos y tenemos.

  2. Encontrá razones para ser agradecido. Hacé una lista de por qué ser agradecido, anotá, llevá un diario de gratitud. Escribí diariamente por lo menos cinco cosas por las cuales te sentís agradecido. Podés inspirarte en la naturaleza, tu familia, el trabajo, tu país, lo pequeño, lo grande, los amigos, etcétera. Conforme pasen los días descubrirás más motivos para estar agradecido.

  3. Ve oportunidades en lugar de obstáculos. La gratitud hace que se aprenda más de cada experiencia y registremos el evento como algo positivo en lugar de que se vea como algo ordinario y común. Esta virtud nos ayuda a desarrollar una mayor capacidad de análisis y asimilamos más fácilmente la información que recibimos. Las personas agradecidas tienden a ser más felices, experimentan menos depresión y manejan mejor el estrés.

  4. Reconozca las virtudes de los demás sobre sus errores o faltas. Lo opuesto a agradecer es reclamar, imponer, exigir y demandar; esto produce falta de aprecio por aquello que se tiene e incluso por quienes están cerca de nosotros. Si convertimos la gratitud en un hábito, dejaremos de creer que las personas están obligadas a hacer lo que hacen, y nos daremos cuenta de que lo que recibimos de ellos es una expresión de amor y aprecio.

                      ¡Empezá hoy a sanar tu corazón de las quejas con la gratitud!

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