¿Sabías que cuando estás con la mente sobrecargada o demasiado confusa, terminás gastando mucha más energía y dificultando tu toma de decisiones? Hoy, aprendemos a estar más claras.
Hay momentos en donde nos sentimos verdaderamente atrapadas en nuestra propia cabeza. No logramos resolver los temas pendientes, se nos acumulan las agendas y pareciera que de todas nuestras ideas, no logramos bajar ni una sola a la realidad.
Pero todo se trata de ciclos. Nada durará para siempre y aunque te parezca que estás en una situación de la cual no lográs salir, tenés que recordarte que es solo una fase y necesitás volver a ordenarte.
La medicina de aprender a enfocarnos: Una de mis maestras me ha enseñado una técnica muy sencilla y efectiva para salir de estados de mentales de confusión y pánico. Se trata de enfocarte en algún detalle.
Tomá un objeto o sentate cerca de algún árbol o planta que te guste y elegí alguna de sus características hacia dónde dirigir tu atención. Respirá una y otra vez, tratando de calmar y ordenar tu ritmo interno.
Concéntrate en ese detalle, aprendelo, sentilo, dedicá todos tus sentidos y tu energía a conectar con este momento. Hacé el ejercicio de descartar una y otra vez las ideas o reproches que puedan venir a tu cabeza y volvé a tu camino de prestar atención. La mente se calma cuando nos enfocamos en una situación por vez.
Claves que, también, ayudan:
Ordenar por fuera, te ordena por dentro: Un entorno desordenado solo provocará más confusión en tu interior. Mantené tus espacios organizados y dedicá tiempo a limpiar y renovar lo que no usás. Tu mente se ordenará al mismo tiempo.
Verdaderas prioridades: ¿De verdad todo es tan urgente, tan grave o tan importante? El ejercicio de escribir tus asuntos pendientes y ordenarlo en una lista de prioridades real, te brinda la perspectiva necesaria para dejar de ver urgencias donde no las hay.
Movilizá tu cuerpo ejercitándolo y flexibilizándolo para ayudarte a liberar canales por donde tu sangre y tu energía vital puedan fluir correctamente. De esta forma contribuís a limpiar un organismo estancado y la mente responderá en forma positiva.