- Conocen sus valores y no fluctuán ante eso.
- Se trazan objetivos bien claros a corto y mediano plazo.
- No están pendientes de la vida de los demás.
- No aceptan las ideas de nadie como verdades absolutas, sí las respetan y hasta pueden coincidir en algunas cosas, pero siempre reflexionan sobre las ideas ajenas.
- Mantienen un equilibrio con el uso de las tecnologías. Optan por desconectarse, buscar actividades al aire libre y pasar tiempo con la familia.
¿Sos un espectador o protagonista de la vida?
Te expongo el síndrome del espectador de la siguiente manera: “Espectador” es el nombre que lleva una enfermedad transmitida por un virus llamado “comodidad” y se propaga lentamente sin que la persona se de cuenta, hasta que deja de ser protagonista, se convierte en un simple espectador de la vida en su zona de confort. ¿Te pasó?
¿Por qué las personas llegan a ese punto? Los motivos pueden ser varios, pero hay dos características presentes siempre:
- Creen que ya no pueden ser protagonistas : la “comodidad” genera conformismo y las personas olvidan o dejan dormir todos sus talentos y sueños.
- No se animan a dar un paso más: sienten un cierto miedo al cambio que a su vez causa una resistencia a lo nuevo, todo por miedo.
Si pensás que estás siendo un espectador viendo la vida pasar, te invitamos a reflexionar con estas preguntas:
¿Qué esperás de tu vida? ¿Qué querés conseguir? ¿Qué es lo que hace latir tu corazón? ¿Qué te entusiasma? Si no sabés bien todo esto, otras personas van a decidir por vos.
Despertate. Sé el protagonista de tu vida.